Las sociedades están en constante evolución y los individuos las van transformando en sus retos, anhelos y proyectos de futuro. Las iniciativas de sus individuos marcan al ser humano como persona junto a los avances tecnológicos que hacen variar sus hábitos haciéndoles surgir nuevas inquietudes ante los nuevos tiempos.
La política como actividad de servicio público ha de ser un complemento e hilo conductor que de respuestas a la sociedad con actuaciones, proyectos y leyes adecuadas que colmen sus inquietudes. Las diferentes ideologías en política determinan los caminos y estrategias de los partidos que son legítimas en función de la expresión popular que haya decidido la sociedad en su conjunto en los diferentes procesos electorales que se realizan.
La falta de respuestas que demanda la sociedad convierte a los políticos en un problema donde priman sus intereses partidistas que los alejan de la realidad social. Esto provoca una incompatibilidad de intereses y una desafección entre la sociedad y la política. Si a este divorcio entre la sociedad y la política le unimos la corrupción que nos invade día si día también reflejados en los diferentes medios de comunicación con actitudes reprobables de los diferentes partidos políticos vemos que es necesaria una regeneración politica en sus diferentes ámbitos creando mecanismos de control que incluyan: financiación de partidos, fundaciones, tipificación de delitos, junto a medidas de acercamiento de la política a los ciudadanos. Entre ellas estaría el poder votar por parte de los ciudadanos a las personas y no las siglas de los partidos. La política esta perdiendo su esencia y complemento de valor de servicio y mejora en la calidad de vida de sus ciudadanos.
Un sociedad donde sus políticos vivan objetivos y prioridades diferentes se ve empobrecida obligando a una regeneración urgente de la política por el bien de nuestro sistema democrático. La política no puede ser un problema sino una solución.
Las sociedades avanzan y los políticos deben ser compañeros de viaje y no obstáculos en el camino de su avance y mejora como colectivo social y humano.