La condición humana puede verse corrompida en cualquier profesión, ámbito y colectivo de la sociedad, pero se agrava cuando afecta a la clase política que ha de ser ejemplo de ética y transparencia en su ejercicio como servidores públicos, afectando a su credibilidad y que requiere de una regeneración política en profundidad por el bien de nuestro sistema democrático.
Los departamentos de venta han de tener presente que en plena crisis económica, la captación de clientes es tan importante como la fidelización que es una prolongación de la venta, debiendo mantener la confianza que nos tienen depositada sin defraudar sus expectativas, y dándoles respuestas a las necesidades que puedan tener en el día a día, que nos han de marcar el éxito frente a nuestros competidores.
Las sociedades necesitan abandonar el individualismo y la dependencia que tienen de los políticos y aprovechar al máximo su capital humano en iniciativas a través de: grupos, colectivos y asociaciones que canalicen sus inquietudes, proyectos, anhelos y ambiciones de futuro ante la falta de respuestas y soluciones por parte de la clase política y sus dirigentes.
Si los equipos comerciales son la imagen que ofrece una empresa de su marca ante los clientes potenciales. Las empresas han de buscar profesionales con talento, empatía, capacidades y conocimientos, además de una formación adecuada en habilidades comerciales de comunicación y formación en psicología que den valor añadido a los productos o soluciones que presenten en la búsqueda del éxito en sus ventas.
Los departamentos de ventas se han convertido en la asignatura pendiente de muchas empresas donde la inversión en innovación no se complementa con la formación y competencias necesarias de sus vendedores provocando: la ineficiencia, repercusión en sus ventas y afectación en la apertura de mercado de las mismas.
La crisis económica es un problema que afecta en las ventas de muchas empresas pero la falta de profesionalización de sus departamentos comerciales la agrava.
Mientras los políticos como casta cerrada y privilegiada solo piensan en la economía y en sus intereses partidistas, la sociedad vive con las personas sus problemas y circunstancias.
Los partidos políticos se han convertido en maquinas para ganar Elecciones, donde los estados de opinión marcan sus agendas del día a día haciendo políticas a corto plazo en favor de los votos y sin tener una visión de futuro que agudiza los problemas que tiene nuestra sociedad a día de hoy y que afectaran a nuestras generaciones venideras.
Ante los nuevos tiempos que vivimos, la sociedad necesita de buenos gestores públicos donde impere la ética en su acción política y las ideologías no sean un freno de nuestros avances sociales conquistados.
Las nuevas realidades sociales fruto de la crisis económica provocan nuevas necesidades que demandan de nuevas respuestas, dando la posibilidad a los emprendedores a que puedan desarrollar sus capacidades y talentos en la búsqueda de nuevos yacimientos de empleo, y que requieren de las Administraciones Públicas las ayudas necesarias para que puedan llevar a cabo sus iniciativas de negocio en beneficio de la creación de ocupación laboral.
Las empresas necesitan líderes que sepan aprovechar al máximo los potenciales de sus equipos humanos para fomentar su talento y motivarlos frente a sus competidores. Marcándoles estrategias, retos y planes de actuación que los impliquen en su crecimiento personal y profesional en la búsqueda de los beneficios y objetivos marcados por la empresa.
La aportación de conocimientos, formación y competencias, junto a la experiencia son el valor añadido que pueden ofrecer las personas de más 45 años en su currículum profesional frente a las trabas que encuentran para su incorporación al mercado laboral.
La experiencia del saber sirve como camino y motivación para conseguir la excelencia.
Y muchas empresas siguen sin enterarse.
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