ágoradelpensamiento

Cuando hablamos de regeneración política no lo podemos simplificar solo a la ética en la acción política y a las conductas reprobables, sino también a la regeneración política que debe empezar por la democracia interna de los partidos a través de sus bases y una apertura de los partidos políticos a la ciudadanía donde los electores puedan elegir a las personas y no las siglas en beneficio de la sociedad.
La corrupción política se ha de combatir mediante mecanismos de control: financiación de partidos, fundaciones y tipificación de delitos, además de ir acompañadas de actitudes valores y comportamientos ejemplarizantes. La política ha de ser una actividad de servicio público y no una profesión de carácter vitalicio.
En democracia la transparencia debe ser la carta de presentación de un político que genere credibilidad a la sociedad en la búsqueda de transformaciones colectivas que mejoren su calidad de vida como individuos. Por lo tanto es necesaria un a regeneración urgente de la política en beneficio de nuestra sociedad y nuestro sistema democrático.

Cuando pase esta crisis económica habrá un antes y un después, donde las prioridades valores y comportamientos tanto a nivel político como de sociedad sufrirán cambios debiéndose imponer modelos que den protagonismo a la sociedad, se escuche su voz por parte de los políticos, y la economía esta más al servicio de las personas y no de los intereses de unos pocos para no caer en los errores que a día de hoy sufrimos y que están marcando nuestras vidas y la de las próximas generaciones.

Los modelos de sociedad marcan las aspiraciones y anhelos de sus individuos como colectivo humano, y la política debe ser un instrumento con herramientas adecuadas y generador de estímulos que cree marcos y normas que puedan dar respuestas a sus inquietudes a través de iniciativas y proyectos de avance en su desarrollo social de mejora.

Una misma realidad se puede ver desde perspectivas diferentes. El problema es que hay muchos políticos que sólo conocen la realidad social que han visto toda su vida desde un coche oficial y no desde la cercanía compartiendo los problemas con la gente. La proximidad de los gobernantes hace avanzar a las sociedades, su lejanía las empobrece. Los políticos deben ser una prolongación de la sociedad abandonando su labor de meros gestores y buscando soluciones colectivas desde la visión humana y el bien común de sus individuos.