Aprender a vivir

La vida no es sólo acostumbrarse a ver pasar los momentos que se van produciendo a modo de espectador, sino también en observar y aprovechar las circunstancias que vivimos en determinados momentos de nuestra existencia en primera persona. Si como seres humanos todo en la vida gira alrededor nuestro, nos podríamos preguntar: ¿sabemos vivir la vida? ¿Disfrutamos de los momentos que vivimos? ¿Nos adaptamos a las circunstancias que se nos presentan?
Vivir es sentir en toda su profundidad los sentidos, teniéndolos a flor de piel y disfrutar de ellos para percibir la vida desde la recepción y reconocimiento de los estímulos. Es una forma de oír y palpitar las sensaciones desde el ánimo.
Aprender a vivir es comportarse para reafirmarnos y aprovechar lo mejor que tenemos en nuestro ser. Es vivir la emoción de las pequeñas cosas que nos pasan (sentimientos, sueños, alegrías, vivencias, recuerdos). Es la intensidad plena de los momentos puesta en práctica.
Vivir el presente sin recelos ni miedos del pasado es aprovechar la vida desde lo mejor que nos ofrece.
El presente y el ahora son motores que nos hacen caminar y no pararnos ante situaciones difíciles que tengamos que resolver.
Experimentar sensaciones, sentimientos y afectos son estados de deseo, anhelos y ambiciones humanas que debemos disfrutar.
La ambición sana y el amor en toda su intensidad es saber aprovechar la estima que ofrezcamos desde el afecto y el cariño hacia nosotros y los demás.
Aprovechemos los momentos de bienestar, de comodidad y dicha para crear nuestra propia zona de confort que nos dote del sosiego, la calma y el estado armónico (tanto a nivel físico y mental).
La placidez y la comodidad que sintamos son una forma de encontrarnos a nosotros mismos sin miedos ni temores. Es nuestra intimidad personal y la satisfacción de la paz interior.
Vayamos en la búsqueda de nuestro encuentro intimo que nos hace descubrir nuestros anhelos, ansias y ambiciones. Observando el mundo desde sus maravillas, contradicciones y misterios.
Aprender a vivir es el motor que nos ha de hacer avanzar y despertar lo mejor que llevamos dentro. Aquellas aspiraciones que queremos conseguir y el bienestar que deseamos sentir.
Tenemos que descubrir lo mejor de nosotros, nuestro propio agrado (aquel que tanto se necesita) que es vital para descubrirnos como personas y seres humanos.
Un orgullo a conseguir es poder sentir el deseo, la felicidad y la calma. Verdadera y auténtica sensación de gozo, vitalidad y energía que nos produce el bienestar ante las sensaciones que forman parte de nuestra vida.
Vivamos y disfrutemos los momentos del ahora. Esperando que el presente nos acomode en la percepción de los sentidos, desde el afecto, el amor y el cariño.
La placidez en la búsqueda de los anhelos, las sensaciones percibidas y el encuentro de nuestra identidad han de ser el motor de la existencia que nos reafirme y nos haga sentir la vida.
Seamos la energía que nos dote del bienestar y las ganas de sentir amor y sentimientos. Primorosa sensación de los sentidos que nos hacen disfrutar, gozar y vivir.
No dejemos de perder las emociones del afecto en cualquier momento o situación de nuestra vida.
Apreciemos el presente y el ahora como una oportunidad de percibir y disfrutar el encanto de lo bueno que nos rodea.
Vivir los momentos es disfrutar de los sentidos, las emociones y los deseos. Es la satisfacción de nuestra existencia; el sentir y el disfrutar de la vida.
Si el presente es el momento, el ahora eres tú. Aprovéchalo.
Aprende a vivir.

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Acerca de Lorente Andía

Reflexiones y análisis sobre el pensamiento humano y nuestra sociedad.
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