Cuando abordamos la problemática de los Departamentos de RRHH dentro de las empresas siempre pensamos en la importancia de la gestión de personas como valor añadido y aportación provechosa dentro de las organizaciones, pero ¿cuándo oiremos hablar de los valores y las emociones humanas dentro de las empresas?
La combinación de las cualidades positivas humanas y su adaptación al entorno, a través de las acciones desarrolladas en su ejercicio cotidiano, son determinantes actualmente en el desempeño de cualquier función que se realice dentro de la actividad laboral de una empresa.
La percepción que se tiene a día de hoy de los Departamentos de RRHH es que no están en sintonía con los nuevos tiempos que vivimos, ni con las nuevas realidades de las empresas, de los trabajadores, ni de la misma sociedad.
Ya que una empresa está integrada por elementos humanos, materiales y técnicos, ¿por qué desde el aspecto humano -donde un conjunto de individuos trabajan unidos para lograr un objetivo común- no se le da la importancia y la transcendencia que se merece por parte de los Departamentos de RRHH?
A día de hoy, los Departamentos de RRHH se han de convertir en verdaderos depositarios de la actividad general de una empresa organizada por el ser humano, la cual involucra: trabajo, labor común y esfuerzo. Desde este concepto humano, los Departamentos de RRHH deberían convertirse en verdaderos «Departamentos de Administración del Capital Humano».
No pueden derivar en una simple foto fija de la pirámide humana de una organización, sino en una imagen dinámica en movimiento y en constante evolución. Esta opinión o juicio que han de tener los Departamentos de RRHH debe cambiar su concepción desde su génesis. Necesitan de una transformación que conlleve un cambio de pensamiento y actuación en la forma y manera de gestionar los recursos humanos, no sólo desde el prisma de las competencias de los empleados, olvidándose de la administración del capital humano sino también desde su propia introspección interna, intercediendo y abogando por medio de la potenciación y fortalecimiento de su crecimiento personal.
Desarrollo, progreso, crecimiento y capacidades han de ser los cimientos y pilares básicos en esta renovación y cambio de los nuevos «Departamentos de Administración del Capital Humano».
Las políticas corporativas, los planes de acción y actuación, junto al crecimiento personal de los equipos humanos determinan y definen la consecución del éxito en cualquier organización.
Una renovación que traiga consigo la conversión de los «Departamentos de Administración del Capital Humano», en fábricas de felicidad, satisfacción, crecimiento personal y valor de empresa.
Las viejas creencias, recetas y fórmulas de los Departamentos de RRHH simplificadas sólo a las suficiencias personales están obsoletas y desfasadas, viéndose obligadas a ser reemplazadas por la progresión individual de crecimiento en el tiempo para poder gestionar este cambio de modernización e innovación empresarial.
Se ha de pasar de la idea del control y las limitaciones de los empleados, a la de su desarrollo personal.
La regeneración de los «Departamentos de Administración del Capital humano» debe incidir en la autosuficiencia y la potenciación de los puntos fuertes de sus empleados en contra de la focalización de sus debilidades.
Nuevos tiempos, nueva cultura de empresa y políticas con visión estratégica determinarán su éxito.
Si el capital humano de una empresa es su mejor activo, su crecimiento personal contribuirá a mejorar la calidad; desarrollo clave para aumentar la motivación, estimular la creatividad y el espíritu de sacrificio colectivo.
De la mejora y la transformación de los «Departamentos de Administración del Capital Humano» depende una nueva cultura de empresa, una redefinición de sus estrategias organizativas y una proyección en las metas profesionales de cualquier empleado.
Arriesguemos por esta nueva cultura de empresa: adaptación, transformación y renovación de los Departamentos de RRHH que eviten caer en los errores del pasado y que se adecúen a una nueva forma de entender y concebir el capital humano. Unida a políticas corporativas que impliquen e involucren a todas sus estructuras internas en la búsqueda de la sincronización efectiva y práctica de toda su cadena humana que vayan desde sus bases hasta la cúspide directiva.
Ya que el capital humano de una empresa es un patrimonio a resguardar, su protección, defensa y preservación positiva es el desafío que tiene una empresa en el camino del triunfo.
El cambio, la reforma y la adaptación de los departamentos de RRHH ante las nuevas necesidades de las organizaciones empresariales son el método y procedimiento vital que las ha de dotar de las herramientas indispensables en la búsqueda de un nuevo enfoque en la transformación a los nuevos tiempos.
Por una real y efectiva conversión de los Departamentos de RRHH en verdaderos «Departamentos de Administración del Capital Humano».
Ésta es la apuesta: ¿renovarse o morir?
Departamentos de RRHH: ¿renovarse o morir?
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Pues estoy de acuerdo, estimado Antonio. Pero todo lo expuesto en tu magnífico post choca frontalmente con la actitud usurera y leonina de las empresas, que al albur de la crisis apuestan por una política de recortes salariales y recortes de personal. Y aquellas que precisan contratar no dudan en acogerse a las modalidades más abyectas de contratos basura con condiciones que suponen una ofensa para los demandantes de empleo.
Una vez se tenga en cuenta la dignidad de la persona, entonces se podrá reclamar una modernización del enfoque de los departamentos de RRHH, que actualmente sólo actúan como gestores de gasto, siguiendo las políticas restrictivas y cortoplacistas de las empresas.
De acuerdo, como casi siempre con Antonio Lorente y en igual sintonía con Jorge Arizcun. Creo que mientras la economía no deje de ser como es (que solo mide la acumulación de dinero) y pase a ser humanista, es decir una economía que tenga en cuenta el ser humano y su binestar, no solo el medio de pago, confundido con el fin perseguido (dinero = poder) pues esto no cambiará. Hace años pensaba yo que: http://goo.gl/tr7ukE
Salud.
Tomás García