Cuantas preguntas sin respuestas nos ofrece la vida ante la felicidad del ser humano.
¿Podemos ser felices? ¿Sabemos disfrutar de la vida? ¿Qué es la felicidad?
La vida tiene muchos interrogantes y misterios.
El primer paso para conseguir la felicidad o no morir en el intento es saber buscarla.
Las personas tenemos unas prioridades en el transcurso de nuestra existencia: deseos, ilusiones, ambiciones, anhelos y sueños que afectan a nuestro bienestar y alegría cuando las conseguimos y frustraciones cuando no las alcanzamos.
Hay muchos factores en nuestra vida del día a día que no podemos controlar. Y eso lo tenemos que admitir y asimilar de la mejor manera posible: enfermedades, desamor, problemas económicos, pérdida de un ser querido. Es decir aquellos factores exógenos que están fuera de nuestro alcance y que permanecen ahí.
Ya que la felicidad es un juego de equilibrios entre lo que depende de nosotros y lo que no depende, siempre es difícil poder encontrar una felicidad completa. Para ello hay que intentar estar bien con nosotros mismos. Nuestro «yo» es lo que podemos y debemos trabajar y mejorar. Analizarnos interiormente, buscar nuestros miedos, frustraciones y dudas e ir transformándolas en positividad. Es necesario no dejar de creer en nosotros y marcarnos metas realizables que nos sirvan como estímulos que nos inmunicen y protejan ante los factores imprevisibles y negativos que nos sucedan.
Si la felicidad es un estado de ánimo, nuestra paz interna, la búsqueda de la armonía física y mental es un plus que reconforta nuestro interior personal y espiritual.
Hay que aprovechar los pequeños momentos agradables de la vida, saber disfrutarlos y valorarlos. De esta manera conseguiremos pequeñas parcelas de felicidad que nos reconforten y creen ilusiones que ayuden a mejorar nuestro ánimo y bienestar.
Externalicemos nuestros sentimientos, abramos nuestro corazón y comuniquémonos con naturalidad en nuestras relaciones humanas cotidianas. Seamos sinceros y mostrémonos sin pudor ni complejos en ser como somos.
La felicidad ha de ser un fin. Nosotros tenemos que ser el medio para conseguirla.
No hagamos que en este tránsito y camino perdamos perdamos el tren en lograrla.
El problema no es saber si alcanzaremos la felicidad, el problema puede ser que si para llegar a ella sólo podemos conseguir un estado de infelicidad.
Creamos en nosotros y en nuestras posibilidades. Expandamos nuestra mente, nuestro corazón y busquemos nuestro equilibrio interno anímico y emocional.
Siempre será mas fácil que la felicidad nos la podamos encontrar, acceder a ella y se nos pueda cruzar en nuestro camino.
Al igual que nacemos con una vida por delante llena de misterios e incógnitas en el futuro por conocer. Cuidemos y conozcamos mejor en el presente nuestras emociones y sentimientos para sentirnos un poco más felices.
Empecemos el camino y el cambio.
En busca de la felicidad
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Seamos el cambio!
Reblogueó esto en ToT Consultoray comentado:
El tema de la felicidad es fifícil de comprender. podemos ser felices? Rotundamente SÍ. ¿Sabemos disfrutar de la vida. En general no, porque no somos conscientes de estarla viviendo en JL altísimo porcentaje del tiempo.
Somos un iceberg en el qu la parte que emerge es nuestra parte consciente que puede estar entre el 10 y el 15%, siendo el otro 85-90% la parte sumergida! el subconsciente.
En esa parte sumergida están instalados los «programas» que se ejecutan automáticamente sin nuestro control. Puede que esos programas de es puesta automática vengan de serie, de herencia o se hayan ido instalando desde pequeños.
¿Qué ocurre? Pues que no tenemos normalmente el control de las emociones porque lo habitual es no ser conscientes de que estamos vivos, de que somos aquí y ahora. Este momento es el único en el que estmos vivos. Y la felicidad está en el ahora y hay que briscar la ahora. Las cosas no son en sí mismas buenas o malas. Son las emociones y nuestra gestión de las mismas las que clasifican las vivencias como positivas o negativas y no controlar la emooción es como ir en una montaña rusa, donde no tienes ningún control.
El control emocional, la gestión de la emoción se trabaja y la técnica más efectiva demostrada científicamente es la meditación y el ejercicio conscientes. Es el Mindfulness, es la gestión del estrés que nos provoca los estados de ánimo. Los programas ante los estímulos externos o exógenos se ejecutan desde la parte inconsciente en automático, sin nuestro control.
La práctica de las técnicas de meditación consciente y el ejercicio consciente nos permite estar presentes en nuestro ahora, que es el único momento en el que estamos vivos.
Nosotros no somos nuestras emociones. Las emociones están ahí para esperimentarlss, para acogerlas y aceptarlas y para gestionarlas conscientemente. La tristeza no es buena ni mala en sí misma, no la ira, ni el miedo, son repuestas fisiológicas ante los estímulos de cada día, de cada momento. Porque la vida es un momento tras momento. Y ahí está todo. La felicidad no es un nirvana futuro, sino el resultado de gestionar las emociones, que son necesarias, que tememos siempre, pero de forma consciente y bajo nuestro control.
Esto hay que trabajarlo día a día y produce estados sorprendentes.
Mindfulness en l a práctica diaria es meditación y yoga, ejercicios mentales y físicos que se entrenan y que científicamente están probados..
Siempre vamos a tener emociones, pero no tenemos que ser nuestra emociones, tenemos que vivirlas y conscientemente gestionarlas.
No podemos ir por la vida como montados en una momtaña rusa sin ningún control. Tenemos que ser nosotros los que de forma consciente elijamos el camino a seguir, el de nuestros anhelos o metas y para esto hay que practicar mucho, para que la masa de nuestro ser consciente que emerge sea mayor.
La felicidad está en los momentos, no es un nirvana a alcanzar, es un estado emocional y su búsqueda está en el ahora en el momento en el que estamos vivos que es justo este momento. No tenemos ningún control sobre momentos presente, y debemos tomarlo. Siendo consciente de lo sentimos ahora y tomar el contro de las respuestas.
La felicidad y la infelicidad siempre estar ahí, como el resto de emociones . El problema es gestionarlas. Y esto se aprende y se gestiona. Se puede ser feliz todos los días, porque todos los días hay momentos de felicidad.
Hagamos con la práctica de la conciencia plena que emerja más de nuestra conciencia controlable y gestionémosla.
No hay nada bueno ni malo, es lo que pensamos lo qu codicio a nuestro ánimo.
Yo estoy graduado en técnicas de control de estrés, tras un programa de prácticas de 8 semanas y puedo asegurarnos que los cambios que se logran con la práctica son espectaculares.
Estoy abierto a compartirlo con quién quiera saber más. De momento os recomiendo visitar la web de Eus3, donde encontraréis más información sobre estas técnicas. El Eustrés es el estrés positivo, el que provoca satisfacción y genera enforfinas, hormonas de bienestar y felicidad.
Ser conscientes de estar vivos, de la suerte que supone eso, al ser una posibilidad entre millones y poder tomar el control de las emociones, que están ahí para vivirlas ya nos pone en el camino correcto, no hacia la felicidad sino en la felicidad.
Abrazos