En el trayecto de la vida, el ser humano vive en un entorno personal que determina y le condiciona a nivel individual sus estados, situaciones, coyunturas, circunstancias y condiciones particulares que marcan su existencia vital en primera persona a través de su actuación, conducta y comportamiento.
Si yo soy yo y mi circunstancia. Estamos ante el verdadero relato existencial de la persona en su andadura existencial por la vida. Es su persona como individuo único, que marca su talante, carácter y naturaleza o modo de ser. Que se ha de enfrentar al entorno que le rodea y a las situaciones que se le presenten en todo ámbito y medio que se desenvuelva. Unas coyunturas en las situaciones y fases que se produzcan; intentándolas convertir en oportunidades de conveniencia, provecho y utilidad propia. Siendo su esfera de actuación una condición de estado y disposición que ponen a prueba nuestras habilidades y capacidades que ejercitemos en las competencias y retos.
Las circunstancias y momentos de la vida siempre conllevan coyunturas de oportunidades y ocasiones de provecho y utilidad a emplear como beneficio propio e interés particular.
Si las ocasiones en la vida en forma positiva vienen dadas por situaciones determinadas y circunstancias imprevisibles; utilicemos el entorno en cualquier medio que tomemos partido para aprovechar nuestra disposición, aptitud y suficiencias.
Aprovechemos la aptitud y categoría personal que tenemos desde las coyunturas más favorables de naturaleza y disposición para poner en práctica con los estados, condiciones y circunstancias que lo requieran y nos interesen más.
Hemos de explotar las situaciones que nos surjan en la vida con las condiciones de capacidad, trato e ingenio que tengamos.
La actitud personal es la mejor postura para crear condiciones favorables y convenientes que nos sean ventajosas, fructíferas y positivas. A partir de la eficacia como requisito y estado de beneficio, ventaja y conveniencia.
La persona humana como ser y esencia natural en forma de naturaleza y personalidad propia, determina en su identidad, su relación y vínculos ante lo que le rodea (trato personal, amistad, comunicación, relaciones). Es decir, desde su entorno global de actuación: analiza, estudia y realiza la toma de decisiones y determinaciones por medio de su voluntad en la búsqueda de alcanzar las intenciones y deseos que anhela.
Yo soy yo. Es el individuo como ser y existencia de vida, con su conducta, comportamiento y proceder. Una manera de obrar, gestionar y conducir lo que le concierne y preocupa en la vida de la mejor forma, manera y actitud.
Mi circunstancia. ¿Qué es? Viene dada por aquellos estados del individuo en que las circunstancias son eventualidades en forma de contingencias, posibilidades e imprevistos que le puede deparar la vida en todo entorno o espacio en que se mueva (tarea, ocupación, trabajo). Estas eventualidades en el ser humano pueden manifestarse en el transcurso de su vida en forma de suerte, desdicha o imprevistos negativos.
Cuando hablamos de «yo soy y mi circunstancia», estamos hablando de la persona humana en si misma desde diferentes contextos y circunstancias que rodean su entorno. Aquellas que deben transmitir conductas positivas que no interfieran ante cualquier tipo de disposición forma y naturaleza en modo de eventualidad, suceso o posibilidad imprevista e irreversible. Por tal motivo, es determinante una actitud clara y explícita de lo inesperado y repentino que nos pueda surgir en toda circunstancia, estado o situación que venga determinada por la firmeza como fortaleza, la fuerza como energía y examen preciso frente a los problemas y la toma de decisiones.
Actitud, integridad y vigor son parte del carácter, aplomo y serenidad en toda conducta o talante a emprender, independientemente del momento, ocasión u oportunidad que se produzca.
Tengamos presente en todo contexto o circunstancia un espíritu de ánimo, coraje y energía de determinación en cualquier ámbito de actividad, conducta y comportamiento.
Yo soy yo y mi circunstancia. Auténtica realidad del ser humano con sus enigmas y misterios propios de todo lo que nos rodea y preocupa.
Que ninguna coyuntura ni eventualidad nos lleve al desaliento.
Sé tu propia energía y fuerza.
Yo soy yo y mi circunstancia
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