Nos encontramos en una situación donde nuestros políticos viven alejados de la realidad social yendo a remolque en función de los estados de opinión de la sociedad y sus problemas. La agenda política viene marcada en el día a día con estrategias de marketing y políticas a corto plazo condicionadas a los sondeos y los votos. Todo ello ha provocado que la sociedad y sus individuos se hayan quedado relegados a un segundo plano.
Los partidos se han convertido en máquinas para ganar Elecciones anteponiendo sus intereses partidistas a los de la sociedad.
Nuestra situación actual de crisis económica que padecemos es una muestra de que cuando no se hacen políticas con visión de futuro, los problemas se agravan y las sociedades y sus ciudadanos se ven perjudicados en su bienestar individual y colectivo.
A día de hoy podemos constatar que hay una total desafección, distanciamiento y falta de credibilidad de la sociedad ante la política por parte de los ciudadanos debido: falta de respuestas sociales, corrupción generalizada, regeneración política pendiente y una democracia interna de los partidos políticos. La política debe ser un complemento de la sociedad y no un obstáculo.